RENAULT S170 CAMIVA
CARACTERÍSTICAS
01.
Puesta en Servicio: 17 de marzo de 1991
02.
Año de fabricación:
1991
03.
Tripulación de 9 + 1
04.
Cuerpo de bomba
05.
Estanque de agua de 3.000 litros
El 17 de marzo de 1991, con motivo de la celebración del vigésimo aniversario del paso de brigada a compañía, la Decimoctava vivió un momento inolvidable con la despedida, bajo un arco de agua dispuesto en la esquina de San Félix y Las Hualtatas, de la Berliet GAK-20 y el ingreso en su lugar de la nueva B18, una máquina Renault S170 Camiva, un carro más acorde con el sistema de trabajo que había empezado a desarrollar la compañía y que destacaba por la incorporación de un aparatoso fax desarrollado de manera experimental por los propios voluntarios en colaboración con CTC Celular.
“Al cambiar la Berliet por una bomba más moderna, le quisimos dar una connotación más tecnológica al equipamiento. La idea era que, a través de un fax, el carro podía recibir la información del incendio. Los técnicos de CTC Celular engancharon con la idea y desarrollaron este dispositivo conectado a una especie de celular. Eran otros tiempos, no existían los equipos telefónicos con los que cuenta hoy cualquier persona”, indica el ex director Juan Olavarría.
“Algo que siempre recuerdo y me gustó fue la instalación en la recién llegada Renault, que reemplazó a la Berliet, de un equipo celular, que en realidad era una maleta, que transmitía información a la bomba”, acota Cristóbal Goñi. “Creo que fue un incipiente sistema de comunicaciones que podríamos calificar de moderno para la época. Ahí comprendí que la compañía era visionaria en la idea de implementar tecnología al servicio”, comenta el ex oficial de la Decimoctava, ex comandante del CBS y actual integrante de la Decimoquinta Compañía.
Con capacidad para nueve voluntarios, la Renault S170 Camiva contaba con un cuerpo de bomba más potente que permitía enfrentar de mejor manera los incendios en altura que cada vez se volvían más habituales en la pauta de servicios de la compañía y también ofrecía mayor ductibilidad para el trabajo de los voluntarios.
“En esa época la Junta Nacional de Bomberos traía las bombas, las cuales por cierto eran estándar. Pero ahí nosotros, como compañía, le empezamos a meter conceptos a esa máquina y desarrollamos, por ejemplo, la noción de armada de ataque en espejo, que consiste básicamente en que el carro debe tener el mismo material de trabajo por ambos lados, de modo que los bomberos puedan trabajar igual independiente del lugar donde se estacione la máquina y la mano por la que se bajó el personal”, explica Claudio Arriagada. “Hoy en día los proyectos se definen en el papel y la fábrica te hace todo lo que tú pides como bombero, pero en ese tiempo nosotros hasta teníamos que comprar los tornillos. Recuerdo que a última hora le estábamos pegando las letritas a la Renault. Respecto al fax, funcionó perfecto. No lo seguimos utilizando, pero en la prueba que se realizó anduvo sin problemas. Es decir, se podía hacer”, recuerda el conductor autorizado.