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Calidad de Miembro Honorario de don Darwin Bustos

Con el número 123 fue inscrito en nuestros registros un 28 de febrero de 1974, don Darwin Bustos Rivera.

Han pasado 50 años desde aquel febrero y hoy, miercorles 20 de febrero de 2024, el Directorio del Cuerpo de Bomberos de Santiago, le hizo entrega de distintivo como miembro Honorario de Nuestra Instuticion. 


A continuacion, se transcribe reseña de Don Darwin Bustos Rivera, la cual fue leida ante el Directorio del Cuerpo de Bomberos de Santiago.


"El Voluntario Honorario de la 18ª Compañía don Darwin Bustos Rivera, más conocido como el “Viejo Zorro”. nació en la ciudad de Santiago, el 13 de enero de 1956. Es hijo de don Néstor Manuel Bustos Moreno y de doña Celina de las Nieves Rivera Rivera, padre de 4 hijos: Alejandra, Darwin, Angela y Cristóbal con su ex señora, y en la actualidad formo familia con doña Ingrid Soledad Riveros Suárez, y francisca, quien la considera como hija. Su amor y dedicación hacia ellos son testimonio de su generosidad y calidez humana.


Darwin, realizo sus estudios escolares en el Colegio Antártica Chilena de Vitacura y Liceo Rafael Sotomayor, y sus estudios Universitarios en la Universidad Arturo Prat, adquiriendo su profesión de Ingeniero en Administración de Empresas con mención en Administración Pública.


Durante la mayor parte de su vida laboral, desempeñó roles importantes en el Instituto Nacional de Estadísticas (INE), una institución crucial para el desarrollo y la planificación de políticas públicas en Chile. A lo largo de su carrera en el INE, Darwin demostró su capacidad para asumir responsabilidades y destacarse por su excelencia en la gestión. Tal experiencia laboral la transmitió en la Campaña de Miembros contribuyentes que se realizó en los años 80.


En su juventud, Darwin Bustos Rivera residía en Villa Los Castaños, en la calle Nicolás Gogol 1501, una ubicación cercana al querido galpón de la Brigada 3 "Manquehue", que luego se convertiría en la Decimoctava Compañía de Bomberos. Esta proximidad con los bomberos influyó en él de manera significativa, ya que creció rodeado de su labor y dedicación a la comunidad.


La presencia constante de los bomberos como "vecinos" despertó en Darwin un profundo interés por el servicio público y el deseo de contribuir de manera activa al bienestar de su comunidad. Motivado por esta conexión y su propia vocación de servicio, decidió tomar la iniciativa y postularse para formar parte de la Decimoctava Compañía.


El camino que lo llevó desde su hogar en Villa Los Castaños hasta convertirse en un respetado miembro de la Decimoctava Compañía es testimonio de su determinación y espíritu altruista. Su historia inspira a otros a seguir su ejemplo, recordándoles que el deseo de servir a la comunidad puede ser el motor para alcanzar grandes logros y dejar un legado perdurable.


Se caracteriza por ser un buen hombre, trabajador, ordenado y colaborador en su querida Decimoctava, su pasión es el servicio al prójimo, pasión que la realiza por intermedio de la Bomba. A lo largo de su carrera bomberil se le reconoce por tener una condición innata de enseñar a otros ser mejores, condición que la desarrollo mientas ejerció los cargos de Teniente 3ro., Teniente 2do., teniente 1ero., Consejero de Disciplina, pero espacialmente como instructor de la Brigada Juvenil “Manquehue”, en distintos periodos, en donde fue el pilar fundamental y la base de enseñanza para muchos Brigadieres que hoy en la actualidad son Voluntarios de la Decimoctava Compañía.


Un recuerdo de uno de sus tantos llamados fue en el incendio de Las Malvas y El Director, en abril de 1978. Cuando lo sacaron a la calle en estado de seminconsciencia y sin control de sus movimientos, cubierto de cenizas y restos de yeso de la volcanita, una señora sugirió que lo taparan con diarios para que no fuera una imagen muy fuerte para los niños que eran espectadores de este siniestro. Él recuerda que en esos momentos le fue imposible mover un músculo para dar señales de vida y cuando un médico lo estuvo revisando en el hospital le preguntó qué es lo que sentía, él le respondió que sentía haber dejado sin servir una ponchera de vino con duraznos en el Cuartel.


Es de esos bomberos que son correctos, responsables, que son apegados a la disciplina, a las normas y al Reglamento, lo que le ha valido ser muy conocido dentro de nuestra Compañía como un gran querido Bombero y gran referente de muchos Voluntarios y Brigadieres, quienes siempre lo han mirado con mucho respeto y admiración por su larga y nutrida trayectoria dentro de su Compañía y de nuestra Institución".

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