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Copia de BT18.jpeg

BT - 18
ROSENBAUER COMMANDER

CARACTERÍSTICAS

01.

Puesta en Servicio: 18 de junio de 2016

02.

Año de fabricación:

2016

03.

Tripulación de 7 + 1

04.

Cuerpo de bomba, motobomba y descarga rápida

05.

Estanque de agua de 13.250 litros

Mauricio Rodríguez

“Manejar cualquier carro de emergencia es una gran responsabilidad”

Nadie pudo haber imaginado en 2014, que la aspiración de aquel minuto, una bomba tanker para trabajar con altos caudales, tendría el mediático y decisivo estreno que tuvo en enero y febrero de 2017 en el abastecimiento de los dos grandes aviones cisterna, el Supertanker 774-400 y el Ilyushin II-76, que llegaron por primera vez desde Estados Unidos y Rusia a combatir la cadena de incendios forestales que sufrió el país.

 

La incorporación del primer BT18 a la Decimoctava fue mucho más que la adquisición de una máquina de grandes dimensiones, fue también una etapa de estudio para sumar una nueva subespecialidad como compañía de agua, la de abastecimiento, y un complejo proceso de acuerdos para adoptar nuevos procedimientos de trabajo, tanto en la propia unidad como en la totalidad del CBS.

 

Rosenbauer América fue otra vez la fábrica encargada de construir el nuevo proyecto, que, por tratarse de un concepto pionero en la institución y en Chile, experimentó varias modificaciones antes que, el 18 de junio de 2016, en una ceremonia realizada en la explanada del Parque Bicentenario de Vitacura y mediante la Orden del Día N° 103 del comandante Mauricio Repetto Contreras, se pusiera en servicio el BT18 Rosenbauer Commander, financiado por la Municipalidad de Vitacura.

 

Se trata de un vehículo aljibe de gran capacidad (3.500 galones, equivalentes a 13.250 litros), dotado con una bomba de 2.000 GPM, capaz de mover agua con gran fuerza a largas distancias, provisto además de salidas de mayor diámetro, sistema de descarga rápida y otras tecnologías complementarias como torre de iluminación y generador, además de una cabina más amplia y segura para el traslado de un mayor número de voluntarios.

 

Junto con la entrada en funciones de los tanker BT18 y BT3 de la Tercera Compañía, el Cuerpo de Bomberos de Santiago delineó un Sistema de Alimentación de Altos Caudales (SAAC), un nuevo modo de trabajo para incendios y otros servicios de suministro de envergadura, para los que la institución puso en marcha el Procedimiento Operativo Estándar para Abastecimiento de Grandes Caudales, que además obligó a modificar la pauta de despacho de las máquinas.

 

Respecto a las tendencias que se observan en la industria internacional del material mayor, Mauricio Hetzel no prevé saltos significativos en el futuro cercano: “Con lo que hay ahora y como avanza la tecnología, es difícil imaginarse grandes innovaciones, pero se me ocurre que los cambios más importantes se darán en los vehículos con semi autoconducción y en los detectores de peligro. Sé que hay muchas cosas que ayudan a una conducción segura, pero aún no me sorprendo con una gran innovación”, expresa.

 

Mauricio Rodríguez Stazzi, es un apasionado a la hora de gestionar las necesidades de los distintos carros de la compañía. Al igual que Rafael Rebollo, su pasión nace desde la Opel: “Cuando era brigadier muchas veces ayudé a Selim Manríquez (ex cuartelero) a lavar nuestra bomba de reliquia y, en algunas ocasiones, con el permiso de él, yo giraba la llave de contacto y hacía partir el motor. Creo que para un niño como yo en esa época, eso era lo máximo, y de ahí en adelante siento una importante conexión con las máquinas de la compañía”.

 

Esa experiencia, que más adelante lo motivó para convertirse en conductor autorizado, también lo ha impulsado a tener una activa participación, junto con otros voluntarios de la compañía, en diferentes proyectos de la Decimoctava, como la ya mencionada restauración de la Opel, el diseño del carro hazmat Iveco y la remodelación de la bomba Renault Camiva y la adquisición de los carros norteamericanos Rosenbauer MetroStar y Rosenbauer Commander.

 

“En el camino hay que saber controlar las tensiones y el estrés, porque la bomba va con sirenas tratando de avanzar rápido pero seguro, cuidando la tripulación y el entorno, practicando en todo momento una conducción a la defensiva, pero sabiendo que un minuto hace la diferencia. Ir al volante en estos grandes vehículos genera cierta adrenalina, por lo que hay saber tener una actitud ponderada”, explica Mauricio Rodríguez.

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