BERLIET GAK-20

El 17 de diciembre del mismo año 1972, la Decimoctava pudo contar por primera vez con una bomba recién llegada de fábrica cuando, en un importante esfuerzo, el CBS adquiere siete bombas de la marca francesa Berliet para asignarlas a las cuatro unidades derivadas de las llamadas brigadas del centenario (16, 17, 18 y 19 compañías) y a la Vigésima Compañía, dejando además dos máquinas nuevas de reemplazo. Se cumplía así la voluntad de “evitar una discriminación inconveniente a los tiempos que se viven” que había planteado el superintendente Sergio Dávila Echaurren al momento de reconocer las brigadas en 1970 y, por otro lado, también se dotaba con la última tecnología a la Vigésima Compañía, que se constituyó el 20 de agosto de 1971 y que había sido impulsada por la propia institución con voluntarios de la Primera, Novena y Decimotercera compañías para dar servicio al sector alto de Las Condes, donde se ubicaba la residencia presidencial de Salvador Allende en calle Tomás Moro.

 

Esta fue la segunda adquisición de envergadura que realizó el CBS en vehículos Berliet, marca que había sido incorporada en 1957 a la institución por la Cuarta Compañía, Pompe France, y que luego, a partir de 1964, tuvo una importante presencia en el parque vehicular del Cuerpo con la llegada de cinco bombas, modelo GCK-8, las que fueron asignadas a la Primera, Quinta, Novena, Undécima y Decimotercera compañías.

 

Fue precisamente por la eficiencia y confiabilidad que había evidenciado esta marca, que el CBS optó por el modelo GAK-20 para sus unidades más jóvenes, donde todas estas máquinas estuvieron en servicio por largo tiempo. En la Decimoctava, la Berliet fue apodada cariñosamente la Chancha, recorrió casi 50 mil kilómetros y estuvo en la unidad por más de 18 años. Con un estanque de 3.000 litros de agua, dotada de dos carretes desmontables o pollos en su parte trasera y con capacidad para nueve voluntarios, esta bomba fue una aliada histórica y confiable en importantes episodios, como la remoción de escombros en La Moneda, en 1973, y las sucesivas inundaciones que sufrió Santiago en 1982, 1984 y 1986.

 

Las historias en torno a esta máquina son interminables, pero una de las más desconocidas es la que cuenta el ex capitán Carlos González Vargas, quien recuerda que, en una fecha en que la Berliet había ingresado al taller mecánico del CBS, mayúscula fue la sorpresa de los oficiales de la Decimoctava al enterarse que, durante la noche, en un incendio declarado en un cuartel central, la Chancha había sido vista en servicio con una tripulación de otra compañía. Molestos, “porque eso es como saber que vieron a tu mujer con otro”, el propio ex oficial y el fundador Maximiliano Lorca concurrieron a pedirle una explicación al fallecido comandante Mario Ilabaca Quezada, quien reconoció que, debido a la emergencia y la falta de material mayor, él había ordenado su salida del taller. Cuando Carlos González le expuso que, para poder hacer aquello debió dictar una Orden del Día, Mario Ilabaca, con la voz de mando que tenía, lo expulsó de su oficina, aunque al poco tiempo, reconociendo su error, el recordado comandante lo llamó en varias oportunidades y siempre le pidió responsabilidades mayores en la institución. “Al principio Ilabaca se enfureció, pero, en el fondo, él sabía que al menos tenía que haber llamado a los oficiales de la compañía. El carrobomba no es cualquier cosa para los bomberos”, reflexiona.

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